domingo, 5 de noviembre de 2017

PILAR TATO

Tristezas y alegrías de un enfermo
Esto lo ha publicado un amigo enfermo con dolor crónico, como yo y lo voy a publicar porque lo describe tal cual es y tal cual lo siento y lo vivo yo.
CÓMO ENTENDER A ALGUIEN QUE PADECE DOLOR CRONICO
El dolor crónico es un dolor que perdura durante semanas, meses e incluso años. El dolor agudo es la respuesta natural que tiene el sistema nervioso ante una posible lesión. No obstante, en el caso del dolor crónico, las señales de dolor continúan de manera anormal. Esto puede ser tanto preocupante como agotador para las personas que lo sufren. En algunos casos, el dolor crónico se origina a causa de una lesión, enfermedad o infección, aunque en otros casos este aparece y continúa sin que haya antecedentes de tales eventos. Si quieres entender a las personas que sufren un dolor crónico, debes aprender acerca de este y saber qué decir y qué no.
INVESTIGAR LO CONCERNIENTE AL DOLOR CRÓNICO:
1. AVERIGUA MÁS SOBRE EL DOLOR QUE SIENTE LA PERSONA. Cada persona que sufre un dolor crónico lo experimenta de manera única. Puede ser útil si esta persona habla acerca de su condición y de su lucha diaria contra el dolor. Mientras más sepas acerca de las cosas por las que pasa una persona con dolor crónico, más apto estarás para entender lo que siente.
¿Esta persona sufrió un esguince en la espalda, una infección grave o hay una causa recurrente de dolor como la artritis, el cáncer o una infección de oído? Determina el momento en que se inició el dolor e investiga un poco o lee historias de personas que tengan problemas similares.
No obligues a una persona que sufre dolor crónico a que hable sobre cosas que no quiere mencionar. Para algunos, sacar el tema a colación solo les hará sentir peor.
Entre los malestares comunes producto del dolor crónico están el dolor de cabeza, el dolor en la espalda baja, dolor producto del cáncer, dolor por artritis, dolor por daño en los nervios periféricos o el sistema nervioso central, o dolor sin un origen conocido.
Una persona puede tener más de un dolor crónico coexistente, como un síndrome de fatiga crónica, endometriosis, fibromialgia, enfermedad inflamatoria intestinal, cistitis intersticial, disfunción de la articulación temporomandibular y vulvodinia.
Acepta que las palabras podrían no ser adecuadas para describir la sensación de dolor de la persona. Recuerda un momento en el que hayas sentido mucho dolor e imagina que lo sientes las 24 horas del día todos los días durante el resto de tu vida. Es difícil encontrar las palabras para describir esa clase de dolor.
2. APRENDE EL CÓDIGO. Existe una escala numérica de dolor que se utiliza para meditar la intensidad del dolor con la finalidad de que el médico puede comprobar la efectividad del tratamiento. Una escala del 1 al 10 describe el nivel del dolor donde 1 es “ningún dolor en lo absoluto” y 10 es “el peor dolor que se pueda sentir”. Pregúntale a la persona en que número de esta escala se encuentra su dolor.
No asumas que la persona que sufre un dolor crónico no lo siente si dice que se encuentra bien. Muchas personas intentan ocultar el dolor debido a la falta de comprensión por parte de los demás.
Al preguntarles sobre su nivel de dolor, es posible que las personas que sufren un dolor crónico no indiquen el nivel real. Debido a que su dolor es crónico, están acostumbradas a un cierto nivel de dolor y podrían aceptarlo como algo normal o como si no hubiera dolor en lo absoluto. Es posible que solo te proporcionen el nivel de dolor real cuando sientan un dolor agudo, cuando el nivel “normal” de dolor con el que viven a diario cambie, cuando experimenten un dolor diferente (p.ej. “punzante” en lugar de “vago”, “ardiente” en lugar de “palpitante”) o cuando se les pida directamente los niveles actuales de dolor agudo y crónico.
3. RECONOCE LAS HABILIDADES DE AFRONTAMIENTO. Si tienes gripe, probablemente te sientas muy mal por unos cuantos días o semanas, pero haces tu mejor esfuerzo para desempeñarte como de costumbre. Las personas que sufren un dolor crónico probablemente se hayan sentido así por mucho tiempo. Probablemente hayan adoptado mecanismos de afrontamiento para ocultar su nivel real de dolor o quizás no tengan la fuerza para desempeñarse con normalidad.
4. TEN EN CUENTA LOS SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN. El dolor crónico puede provocar depresión secundaria (¿no te deprimirías si sufrieras dolor continuamente durante meses o años?). Si bien la depresión puede ser resultado directo del dolor crónico, este no se produce a causa de la depresión.
La depresión puede hacer que algunas personas muestren menos emoción, lo que a su vez puede ocultar el dolor debido a que quien lo sufre deja de expresarlo. Siempre mantente atento a las señales de depresión y no la confundas con el hecho de que hay menos dolor.
La depresión también puede hacer que las personas muestren más emoción (lloran, se sienten ansiosas, irritables, tristes, solas, sin esperanzas, con miedo al futuro, se agitan con facilidad, se enojan, se frustran, hablan mucho a causa de los medicamentos, necesitan expresarse y no pueden dormir). Esto, al igual que su nivel de dolor, puede variar día tras día, hora tras hora y minuto a minuto.
Una de las peores cosas que puedes hacer es abandonar a alguien que sienten un dolor crónico, pues eso le da una razón más para deprimirse, sentirse solo y tener pensamientos no muy positivos. Procura estar a su lado y demuéstrale tu apoyo siempre que te sea posible.
5. RESPETA LAS LIMITACIONES FÍSICAS. En el caso de muchas enfermedades, una persona exhibirá señales evidentes de que la padece, como cuando se sufre de parálisis, fiebre o fracturas. No obstante, con un dolor crónico, no existe forma de determinar en todo momento cuál es la capacidad que tiene una persona para lidiar con el movimiento. Tampoco es posible saberlo siempre al ver su cara o su lenguaje corporal.
La persona que sufre el dolor crónico podría no saber cómo se sentirá cada día al despertarse. Debe aceptar cada día como se presente, algo que puede ser confuso para todos y muy frustrante para quien lo sufre.
El hecho de que la persona en cuestión pueda permanecer de pie durante diez minutos no significa que pueda estarlo durante veinte minutos o una hora. Solo porque haya podido permanecer de pie durante treinta minutos el día anterior no significa que pueda hacer lo mismo al día siguiente.
El movimiento no es la única limitación que puede tener una persona que sufre un dolor crónico. La capacidad para sentarse, caminar, concentrarse y ser sociable también podría verse afectada.
Actúa con mucha comprensión si la persona que sufre el dolor crónico dice que debe sentarse, recostarse, permanecer en cama o tomar unas pastillas en ese preciso instante. Probablemente signifique que no tiene otra elección y no puede postergarlo solo porque esté en otro lugar o a la mitad de algo. El dolor crónico no espera a nadie.
6. BUSCA SEÑALES DE DOLOR. Las muecas, la inquietud, la irritabilidad, los cambios de humor, la sudoración de las manos, los gemidos, los problemas para dormir, el rechinado de dientes, la falta de concentración, la disminución de las actividades y quizás el hecho de escribir pensamientos suicidas pueden ser un indicador de angustia o dolor. Sé comprensivo con respecto a lo que la persona está pasando.
7. TEN EN CUENTA QUE EL DOLOR CRÓNICO ES REAL. Quizás pienses que las personas que sufren un dolor crónico van al médico porque quieren atención, lo disfrutan o son hipocondriacas. Lo que en realidad quieren es encontrar algo que les ayude a mejorar la calidad de sus vidas y generalmente buscan la causa de su dolor en caso de que sea desconocida. Nadie quiere sentirse de esa manera, pero no tienen otra elección.
8. RECONOCE LAS COSAS QUE NO PUEDES SABER. El dolor es algo difícil de describir. Se considera personal y se basa tanto en los aspectos psicológicos como físicos de las personas. Incluso si eres muy empático, nunca asumas que sabes exactamente cómo se siente el dolor de esa persona. De seguro sabes cómo te sentirías tú, pero cada persona es distinta y es imposible ponerte en su lugar y sentir su dolor.CÓMO ENTENDER A ALGUIEN QUE PADECE DOLOR CRONICO
El dolor crónico es un dolor que perdura durante semanas, meses e incluso años. El dolor agudo es la respuesta natural que tiene el sistema nervioso ante una posible lesión. No obstante, en el caso del dolor crónico, las señales de dolor continúan de manera anormal. Esto puede ser tanto preocupante como agotador para las personas que lo sufren. En algunos casos, el dolor crónico se origina a causa de una lesión, enfermedad o infección, aunque en otros casos este aparece y continúa sin que haya antecedentes de tales eventos. Si quieres entender a las personas que sufren un dolor crónico, debes aprender acerca de este y saber qué decir y qué no.
INVESTIGAR LO CONCERNIENTE AL DOLOR CRÓNICO:
1. AVERIGUA MÁS SOBRE EL DOLOR QUE SIENTE LA PERSONA. Cada persona que sufre un dolor crónico lo experimenta de manera única. Puede ser útil si esta persona habla acerca de su condición y de su lucha diaria contra el dolor. Mientras más sepas acerca de las cosas por las que pasa una persona con dolor crónico, más apto estarás para entender lo que siente.
¿Esta persona sufrió un esguince en la espalda, una infección grave o hay una causa recurrente de dolor como la artritis, el cáncer o una infección de oído? Determina el momento en que se inició el dolor e investiga un poco o lee historias de personas que tengan problemas similares.
No obligues a una persona que sufre dolor crónico a que hable sobre cosas que no quiere mencionar. Para algunos, sacar el tema a colación solo les hará sentir peor.
Entre los malestares comunes producto del dolor crónico están el dolor de cabeza, el dolor en la espalda baja, dolor producto del cáncer, dolor por artritis, dolor por daño en los nervios periféricos o el sistema nervioso central, o dolor sin un origen conocido.
Una persona puede tener más de un dolor crónico coexistente, como un síndrome de fatiga crónica, endometriosis, fibromialgia, enfermedad inflamatoria intestinal, cistitis intersticial, disfunción de la articulación temporomandibular y vulvodinia.
Acepta que las palabras podrían no ser adecuadas para describir la sensación de dolor de la persona. Recuerda un momento en el que hayas sentido mucho dolor e imagina que lo sientes las 24 horas del día todos los días durante el resto de tu vida. Es difícil encontrar las palabras para describir esa clase de dolor.
2. APRENDE EL CÓDIGO. Existe una escala numérica de dolor que se utiliza para meditar la intensidad del dolor con la finalidad de que el médico puede comprobar la efectividad del tratamiento. Una escala del 1 al 10 describe el nivel del dolor donde 1 es “ningún dolor en lo absoluto” y 10 es “el peor dolor que se pueda sentir”. Pregúntale a la persona en que número de esta escala se encuentra su dolor.
No asumas que la persona que sufre un dolor crónico no lo siente si dice que se encuentra bien. Muchas personas intentan ocultar el dolor debido a la falta de comprensión por parte de los demás.
Al preguntarles sobre su nivel de dolor, es posible que las personas que sufren un dolor crónico no indiquen el nivel real. Debido a que su dolor es crónico, están acostumbradas a un cierto nivel de dolor y podrían aceptarlo como algo normal o como si no hubiera dolor en lo absoluto. Es posible que solo te proporcionen el nivel de dolor real cuando sientan un dolor agudo, cuando el nivel “normal” de dolor con el que viven a diario cambie, cuando experimenten un dolor diferente (p.ej. “punzante” en lugar de “vago”, “ardiente” en lugar de “palpitante”) o cuando se les pida directamente los niveles actuales de dolor agudo y crónico.
3. RECONOCE LAS HABILIDADES DE AFRONTAMIENTO. Si tienes gripe, probablemente te sientas muy mal por unos cuantos días o semanas, pero haces tu mejor esfuerzo para desempeñarte como de costumbre. Las personas que sufren un dolor crónico probablemente se hayan sentido así por mucho tiempo. Probablemente hayan adoptado mecanismos de afrontamiento para ocultar su nivel real de dolor o quizás no tengan la fuerza para desempeñarse con normalidad.
4. TEN EN CUENTA LOS SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN. El dolor crónico puede provocar depresión secundaria (¿no te deprimirías si sufrieras dolor continuamente durante meses o años?). Si bien la depresión puede ser resultado directo del dolor crónico, este no se produce a causa de la depresión.
La depresión puede hacer que algunas personas muestren menos emoción, lo que a su vez puede ocultar el dolor debido a que quien lo sufre deja de expresarlo. Siempre mantente atento a las señales de depresión y no la confundas con el hecho de que hay menos dolor.
La depresión también puede hacer que las personas muestren más emoción (lloran, se sienten ansiosas, irritables, tristes, solas, sin esperanzas, con miedo al futuro, se agitan con facilidad, se enojan, se frustran, hablan mucho a causa de los medicamentos, necesitan expresarse y no pueden dormir). Esto, al igual que su nivel de dolor, puede variar día tras día, hora tras hora y minuto a minuto.
Una de las peores cosas que puedes hacer es abandonar a alguien que sienten un dolor crónico, pues eso le da una razón más para deprimirse, sentirse solo y tener pensamientos no muy positivos. Procura estar a su lado y demuéstrale tu apoyo siempre que te sea posible.
5. RESPETA LAS LIMITACIONES FÍSICAS. En el caso de muchas enfermedades, una persona exhibirá señales evidentes de que la padece, como cuando se sufre de parálisis, fiebre o fracturas. No obstante, con un dolor crónico, no existe forma de determinar en todo momento cuál es la capacidad que tiene una persona para lidiar con el movimiento. Tampoco es posible saberlo siempre al ver su cara o su lenguaje corporal.
La persona que sufre el dolor crónico podría no saber cómo se sentirá cada día al despertarse. Debe aceptar cada día como se presente, algo que puede ser confuso para todos y muy frustrante para quien lo sufre.
El hecho de que la persona en cuestión pueda permanecer de pie durante diez minutos no significa que pueda estarlo durante veinte minutos o una hora. Solo porque haya podido permanecer de pie durante treinta minutos el día anterior no significa que pueda hacer lo mismo al día siguiente.
El movimiento no es la única limitación que puede tener una persona que sufre un dolor crónico. La capacidad para sentarse, caminar, concentrarse y ser sociable también podría verse afectada.
Actúa con mucha comprensión si la persona que sufre el dolor crónico dice que debe sentarse, recostarse, permanecer en cama o tomar unas pastillas en ese preciso instante. Probablemente signifique que no tiene otra elección y no puede postergarlo solo porque esté en otro lugar o a la mitad de algo. El dolor crónico no espera a nadie.
6. BUSCA SEÑALES DE DOLOR. Las muecas, la inquietud, la irritabilidad, los cambios de huor, la sudoración de las manos, los gemidos, los problemas para dormir, el rechinado de dientes, la falta de concentración, la disminución de las actividades y quizás el hecho de escribir pensamientos suicidas pueden ser un indicador de angustia o dolor. Sé comprensivo con respecto a lo que la persona está pasando.
7. TEN EN CUENTA QUE EL DOLOR CRÓNICO ES REAL. Quizás pienses que las personas que sufren un dolor crónico van al médico porque quieren atención, lo disfrutan o son hipocondriacas. Lo que en realidad quieren es encontrar algo que les ayude a mejorar la calidad de sus vidas y generalmente buscan la causa de su dolor en caso de que sea desconocida. Nadie quiere sentirse de esa manera, pero no tienen otra elección.
8. RECONOCE LAS COSAS QUE NO PUEDES SABER. El dolor es algo difícil de describir. Se considera personal y se basa tanto en los aspectos psicológicos como físicos de las personas. Incluso si eres muy empático, nunca asumas que sabes exactamente cómo se siente el dolor de esa persona. De seguro sabes cómo te sentirías tú, pero cada persona es distinta y es imposible ponerte en su lugar y sentir su dolor

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